Consulta:
Luis es un cicloturista de 39 años
que realiza unos 14.000 km por temporada mas o menos. Este año a primeros del
mes de Julio empezó con unas molestia en la parte de atrás de la pierna
izquierda, en la zona de los isquiotibiales y tras varias semanas tomando
antiinflamatorios por vía oral e inyectados los dolores no remitían y a
finales del mes de Julio tuvo que dejar por completo la bicicleta. Durante el
mes de Agosto los dolores seguían en aumento y notaba cierta pérdida de
sensibilidad en la pierna izquierda. A primeros de Septiembre le hacen una
resonancia magnética donde le diagnosticaron dos hernias discales entre la L4-S1 y
L4-L5. Tras visitar dos médicos que coinciden en el diagnóstico
le operan el 24 de Septiembre y le implantan dos prótesis espaciadoras
que le permiten cierta flexibilidad en la zona. La operación sale muy bien ya
que no tiene ninguna molestia y comienza la rehabilitación el día 25 de noviembre,
donde le están aplicando ondas electromagnéticas, corrientes interferenciales,
un pequeño masaje y ejercicios de suelo.
Su intención es volver a coger
la bici cuanto antes pero con garantías, así que le gustaría saber que tipo de
ejercicios debe realizar o qué pasos tiene que seguir, para poder
conseguirlo.
Comenta que sabe que tiene que fortalecer la zona abdominal y la zona
lumbar, así que le gustaría saber que tipo de ejercicios debería hacer. Además
había pensado fortalecer estas zona con electroestimulación.
Respuesta:
Lo primero que habría que valorar es porqué has llegado a esa situación de hernia discal entre L4-L5 y L5-S1. Al margen de otros aspectos que pueden influir en la vida diaria y tu propia actividad laboral (para no echarle toda la culpa a la bicicleta), si revisamos la literatura científica podemos encontrar artículos que dicen que la práctica de ciclismo es aconsejable cuando estas lesiones existen, y la recomiendan sobre otras muchas con mucho más impacto como el running. Es cierto que existe una gran controversia entre quienes consideran que la posición no es la mejor para este tipo de lesiones y quienes consideran que con los debidos cuidados ergonómicos puede ser una actividad más que recomendable. Si bien es cierto que la descarga de peso de las extremidades superiores y la ausencia de impacto ayudan a que la práctica de ciclismo pueda ser recomendable en personas con lesiones discales, hay que tener una serie de aspectos ergonómicos en cuenta que pueden repercutir negativamente sobre la zona lumbar. Te recomendaría que vigilaras la altura del sillín, ya que un exceso de altura puede hacer sufrir mucho la zona lumbar (puede valorarse por un exceso de movimiento de las sacroilíacas desde atrás durante el pedaleo). También revisaría que el sillín estuviera completamente horizontal o en su caso con la punta ligeramente más baja para favorecer un cierto grado de lordosis lumbar (o minimizar la rectificación lumbar). Otro aspecto a tener en cuenta sería ser muy conservador con la altura del manillar, poniéndolo en el rango más alto posible.
Al margen de estas consideraciones como comentas yo insistiría en trabajo de reforzamiento activo de la zona abdominal, por ejemplo mediante trabajo hipopresivo que minimice la presión y con mucha precaución en el tipo de abdominales que realizas ya que algunos pueden suponer un importante estrés para tus discos vertebrales. A nivel lumbar optaría por un trabajo lo más funcional posible de estabilización, evitando hacer los típicos ejercicios de lumbares que se suelen hacer en gimnasios ya que sólo potencian musculatura larga u no la corta encargada de estabilizar los segmentos vertebrales.
No me gustaría acabar sin hacerte ver que aunque pueda haber una causa estructural como las hernias, los mecanismos del dolor siguen vías muy diferentes y por este motivo al margen de prestar atención a tus discos vertebrales hay que tener una visión sobre todo orientada a la restauración de la función, revisando otros aspectos que puedan estar alterados a nivel neurodinámico, de patrón de movimiento, ergonomía, etc.
Como conclusión te recomendaría que para seguir una adecuada rehabilitación te pongas en manos de un fisioterapeuta colegiado, sin duda es el mejor seguro para guiar tu recuperación y que puedas seguir practicando la actividad que tanto te gusta. Si el fisio al que acudes no está muy familiarizado con la parte de ciclismo puedes recomendarle que eche un ojo a estas orientaciones posturales en la bici, pero para el resto de temas seguro que con una buena valoración él mejor que nadie será quien mejor pueda prescribirte esta readaptación a la bicicleta.
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